jueves, 11 de febrero de 2010

Definiciones

Creo que los ciudadanos somos espectadores borregos de la realidad que nos quieren contar.

Enchufados a infinitas plataformas de ocio que nos atontan y nos impiden pensar. No debemos pensar. Quieren llevarnos a su terreno y que además nos guste. Es otro tipo de esclavitud. La esclavitud ideológica. El objetivo es que entendamos que no hay nada por lo que luchar, y ya que sólo podemos pensar a partir de la información que ellos nos ofrecen, no sólo vivimos cada vez más sometidos, sino que además lo aceptamos y lo aplaudimos.

Esa es la razón de ser de los medios de comunicación. Plataformas de adoctrinamiento. Nos meten sus códigos del bien y del mal a base de conceptos vacíos, pero machacones, hasta que nosotros los repetimos como loros creyendo que así entendemos las cosas.

Por ejemplo, "nacionalista". ¿Qué es eso? ¿Alguien sabría definirlo? Es un término que, según lo escuchamos, nos produce agrado o rechazo absoluto. Si haces esta pregunta en la Puerta del Sol en Madrid, ¿qué dirían? Unos dirían...–Bueno, esos que quieren el separatismo–, o...–Eso son el Arzallus y el Ibarretxe, ah, y la ETA–

Nacionalista es todo aquel que tiene un sentimiento de pertenencia a un estado-nación. Es decir, todos los que se sienten españoles y tienen algún sentimiento patriótico de pertenencia a esta nación, son nacionalistas. El único que no lo es, creo, es izquierda unida, que propone un modelo de estado federal, no nacional.

Hasta tal punto llega la estupidez, que los socialistas y populares vascos optan por definirse como "no nacionalistas". ¿Qué es eso de definirse con una negación? Un vegetariano es un "vegetariano", no un "no carnívoro". ¿Tan mal les suena definirse como "nacionalistas españoles"?

Otro ejemplo es "terrorismo". Yo sé qué tipo de acciones son terroristas, lo que no se es porqué otras acciones violentas no lo son, si también producen muerte y terror. Resumiendo, terrorismo es toda aquella violencia que los mandatarios quieren que los ciudadanos condenemos, a su violencia la llaman misión de paz, y cuando matan civiles lo llaman daños colaterales.

Demonizan términos cómo referéndum o autodeterminación asociándolos al diabólico separatismo de los malvados nacionalistas terroristas. ¿Quién puede estar en contra de que una comunidad , la que sea, defina democráticamente su futuro? ¿Quién va a conocer mejor las necesidades y deseos de esa comunidad, más que sus propios ciudadanos?

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